sábado, 27 de abril de 2019

En un día gris, lluvioso y silencioso

LA PIEDRA Y YO


La piedra gris y solitaria
descansa bajo la luna.
Imposible cambiar su destino.

El desierto cobija la arena
que solo sabe de dolor
y busca calmar su sed.

En el polvo que cubre la piedra
el viento dibuja tu recuerdo
y mis ojos reviven la emoción.

La supervivencia no es fácil
si la piedra se esconde en el mar
donde se ahogan mis sueños.

Piedra removida de la historia,
monumentos caídos y olvidados.
El hombre no perdona nada.

La piedra confiesa su falta de luz,
su calor ausente y opaco color.
La piedra confiesa y cae al abismo.

Sin amigos, flores, ni mascotas,
Sin vida, laureles, ni versos,
la piedra musita su oración final.
                                     Nilda B. Sena